EL DÍA DE LOS MUERTOS LLENO DE COLOR – Carla Gª-Escribano Camino
En la Fundación Casa de México en España (FCME), durante finales de octubre y principios de noviembre, dedicaron un mega altar en honor a Frida Kahlo y al Día de los Muertos. Tal y como nos explicaron durante la exposición, “mientras alguien vivo te recuerde no serás olvidado” y eso es lo que pudieron lograr a lo largo de la visita, recordarnos la figura de Frida Kahlo y lo influyente que fue en el mundo del arte; al igual que las tradiciones de México durante esta época del año, las cuales podemos ver reflejadas con gran detalle en películas como Coco, de Disney. Es una celebración que fue declarada Patrimonio inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 7 de noviembre de 2003.
En la visita, comentaron que el día de los muertos simboliza el encuentro entre los vivos y los muertos. Este se realiza durante la última semana de octubre, en la que se prepara el altar y la casa para la visita de los familiares ya fallecidos. Es una época de alegría y emoción, pues se celebra que los difuntos vuelven a estar en el mundo de los vivos para pasar unas horas con sus familiares.
Para construir este altar se necesitan al menos cuatro objetos que representen los cuatro elementos de la naturaleza, es decir, el agua, la tierra, el aire y el fuego. Esto podría ser representado mediante una jarra de agua (agua), frutos o flores (tierra), papel picado (aire) y velas (fuego). Además, en el altar se suelen poner objetos decorativos como calaveras, fotografías de los difuntos, objetos personales del difunto, sal y pan, entre otras cosas. La calavera sería para simbolizar el recuerdo de que la muerte es parte de la vida y normalmente son de azúcar, barro o chocolate. Las fotografías u objetos del difunto son para recordar al difunto y aquellas cosas que le alegraban. La sal sería para purificar y evitar que el alma no se corrompa en su viaje entre el mundo de los vivos y de los muertos. Por último, el pan tendría que ser circular, para representar el ciclo de la vida y de la muerte.
Asimismo, además de explicar qué elementos hay que poner en un altar, también nos explicaron más a fondo sobre figuras mitológicas muy representativas de esta época del año. Al igual que el origen de diversos conceptos como "catrina" y el por qué se llaman así.
En general, fue una visita muy corta (duró 30 minutos), pero muy bien explicada y entretenida. Fue una visita que sería muy recomendable para niños, ya que además de ser muy visual, pues cada cosa que se ve es una explosión de color, también es muy breve y curiosa, lo cual facilitaría que no se distrajesen tan fácilmente.
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