Viaje al interior de Alicia en el País de las Maravillas - Carla Gª-Escribano Camino
Hoy he ido a Fundación Canal,
donde se encuentra una exposición de Alicia en el país de las Maravillas desde
el punto de vista de Dalí, Ernst, Laurencin y Tenniel. En esta exposición
podemos observar las obras que crearon Dalí, Ernst y Laurencin inspirándose en el
cuento de Lewis Carroll. Además, también hay una gran colección de las
ilustraciones que realizó Tenniel para la primera edición del cuento en 1865.
Cartel de la entrada
Este cuento fue uno de los que más
ha dado pie a la creación de muchísimas obras de arte, pero también, gracias a
la presentación en esta exposición, ya no solo se podría aprender sobre arte,
si no también sobre ciencia y literatura.
Desde el inicio de la visita se
puede apreciar que han buscado una presentación de inmersión, para que tú
realices el viaje, pasando por cada capítulo mientras aprecias las obras que se
han creado inspiradas en dicho capítulo. La sala siempre comienza con el
capítulo escrito en la pared, para que el público pueda leerlo y luego, a
medida que avanza, podrá ir viendo las obras. Además, dependiendo del momento
del cuento, la sala estará decorada de una manera u otra. Por ejemplo, cuando
lleguemos la fiesta de no-cumpleaños con el sombrerero loco, podremos encontrarnos
con una mesa para tomar el té y las tartas gigante, que además tendrá imágenes
de comida que nos podríamos encontrar en esa fiesta. También, cuando Alicia
llega a la corte de la reina de corazones, podremos ver cartas de naipes
gigantes colgadas de las paredes o los capítulos escritos en esas cartas en vez
de en la pared.
Ilustración de Tenniel (1865)
Lo que considero interesante
desde el punto de vista didáctico, algo de lo que podríamos inspirarnos para un
futuro, es la manera de presentar algo que puede que no llame la atención de
mucha gente de una manera tan interesante que en cuanto entras te absorbe. Un
cuento tan sencillo y conocido como Alicia en el país de las maravillas te lo
presentan de una manera tan divertida que disfrutas la exposición como si fuese
la primera vez que lo conocieses. Personalmente, como persona a la que le
encanta el mundo del arte, me pareció una manera fantástica de integrar al
espectador y aportar una visión más cercana a las obras de la que puede que
sientas en un museo como el Prado o el Thyssen. Además, la decoración está muy
cuidada y se puede interactuar con ella, aportando otro elemento que divertirá
y entretendrá a los niños y niñas. Por último, las salas tienen mucho espacio y
los objetos están a una altura a la que es fácil llegar a ver si eres pequeño,
así que se podría perfectamente llevar a un grupo de niños asegurándonos que podrían
disfrutar de toda la exposición.
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